Sí, sé que esta afirmación va a hacer que muchos de vosotros os llevéis las manos a la cabeza y que penséis que he perdido el juicio, pero antes de llamar a emergencias para que me encierren en algún lugar apartado y tiren la llave, os pido que me leáis y dejéis que me explique.
Hace unos días terminé un libro, de cuyo título ojalá no pudiera acordarme, que de tan malo que es no voy ni a nombrarlo. He de decir (¿en su defensa?) que se trata de un libro de ciencia ficción bastante viejuno y que ha envejecido muy mal debido a que el tratamiento de la tecnología que realiza nos suena inverosímil hoy en día. Aunque no es eso lo que hizo que el libro me pareciera malo. Ojalá hubiera sido eso, queridos amigos de felpa.
El caso es que ya desde las primeras páginas sabía que era un libro malo. Esas cosas se huelen. Es cierto que podría remontar después, pero, normalmente, si el libro comienza mal, acaba mal. Podría haberlo dejado de lado, pero tenía que leerlo por obligación debido a unos proyectos que tengo entre manos y decidí hacer aquel tormento lo más aprovechable posible.
Por supuesto, al comienzo pasé por la típica fase en la que cada palabra que leía no hacía más que resonar en mi cabeza con una frase: «Con la de libros buenos que tienes atrasados…», pero conseguí sobreponerme (no todos los héroes llevamos capa) y acabar el libro. Decidí que en lugar de horrorizarme y tirarme del pelo cada vez que descubriera algún error garrafal, buscaría las razones por las que aquello me fastidiaba tanto y trataría de convertirlo en una lección positiva. Sí, amigos, el que no se consuela es porque no quiere.
El libro no llegaba a las doscientas páginas por lo que el suplicio en realidad no fue tan largo. La novela tenía errores de todo tipo, para dar y para regalar. Desde incoherencias con la construcción del mundo y el personaje, pasando por machismo nada disimulado (de hecho ostentoso), y llegando a explicaciones o incluso abstracciones de escenas que supuestamente deberían ser de acción y, por tanto, visuales. Era un festival. De verdad no podía entender cómo una obra así estaba publicada y, además, había sobrevivido al paso del tiempo y aún se vendía. Por lo que he podido saber, el autor era más o menos conocido en EEUU y realizó una saga basándose en esa novela. Por suerte la saga no es muy conocida y no pienso hacerle ningún tipo de publicidad aquí.
No voy a hablar de la traducción tampoco, pero no me sorprendería descubrir que el libro hubiera sido traducido por el traductor de Google en lugar de por una persona. Solo diré que usar «eventualmente» como «al final» era el menor de sus fallos. ¿Será cosa del traductor entonces? No lo creo. La novela tiene fallos estructurales que no pueden ser obra del traductor, tienen que venir de la obra original.
Es cierto que en general los libros nunca son o tan buenos o tan malos como nos parecen, pero, si no supusiera darle ventas, lo mandaría a mis alumnos para que aprendieran cómo no deben hacerse las cosas. En este caso no estoy hablando de algo más o menos subjetivo, como me pasó cuando leí American gods, libro que comprendo perfectamente que le haya gustado a mucha gente; en esta ocasión no entiendo ni cómo sigue editándose.
Y entonces me di cuenta de que ese libro, con toda la rabia que me había generado, me había hecho fijarme mucho más en la estructura y en las técnicas narrativas que muchos otros libros que he leído últimamente y de los que apenas recuerdo el argumento (una de las cosas que tiene la edad y el cúmulo de lecturas, pero que soluciona mi fiel libreta). El libro me ha dado muchos ejemplos sobre cosas mal hechas, frases mal traducidas, elementos imposibles mal usados, deux ex machina, etc.
Hay otras cosas que hoy en día ya están superadas y que, en realidad, no es que sea un fallo de la novela, sino que hoy en día no nos funcionan. Por ejemplo la típica damisela en apuros, el héroe que siempre sale airoso aunque se encuentre en la situación más horrible. Los personajes totalmente buenos o totalmente malos, los cambios bruscos de impresiones y de actuación de los personajes, etc. El libro es totalmente inverosímil desde el principio hasta el final y hace muy difícil la entrada como lector (otra cosa que aprender).
Total, que mirando en balance, creo que la lectura de la novela no ha resultado ser tan negativa como pensaba durante el proceso. Resulta que me llevo muchas enseñanzas. Pensé, al darme cuenta, ¿y si leo alguna novela mala, recomendada por gente que haya sufrido con ella, cada cierto tiempo? Y de ahí viene la afirmación de arriba. No me parece ninguna tontería, a pesar de que sea una puñalada trapera a los libros que quiero leer y que sé que me harán pasar mejor rato.
La cosa es que si quiero desarrollar una carrera como escritor debo aprender continuamente y siempre se dice que no hay mejor manera de aprender que de los errores. ¿Por qué no hacerlo de los errores de otro? Además no estoy diciendo que a partir de ahora todo el mundo deba ponerse a leer libros malos, solo digo que de vez en cuando, una vez al año, por ejemplo, o una vez cada dos, no viene mal bajar un poco el listón de la calidad para refrescar todos los errores que podemos pasar por alto en nuestros textos y que, al leerlos en los de los demás, nos parecen horrorosos.
¿Y vosotros qué opináis? ¿Vais a hacer el esfuerzo y a acercaros a lecturas que sabéis que os van a horrorizar (y no hablo de que el argumento o el género no os guste)?, ¿o pensáis que la vida es corta y que mejor pasarla leyendo cosas que os aporten algo y a la vez os hagan pasar un buen rato? Dejádmelo, como siempre, en los comentarios.
Muy interesante artículo. Cuando a veces escucho que lo mejor para escribir es leer buenas novelas, precisamente pienso lo contrario. De una gran novela puedes aprender la manera de escribir; pero para aprender a narrar, nada mejor que una mala novela. Leyéndola te das cuenta de lo que no funciona, de por qué falla el personaje e, incluso, te despierta la creatividad al pensar en cómo lo haría yo para que me pareciera mejor. Muy buen artículo.
Muchas gracias por pasarte por el blog, David. Me alegro mucho de que coincidas con mi opinión. Es una lata para el disfrute de la lectura, pero es enriquecedor al final. Eso sí, hay que evitar que se nos pegue 🙂
De cualquier libro se puede aprender, y creo que en comparación con otras artes a la hora de escribir normalmente tenemos poco acceso a los borradores de novelas o a los primeros bocetos de lo que un autor piensa. Así que en verdad, leer un libro malo no deja de ser como ver un boceto de una historia que podría ser mejor y que no ha sido trabajada lo suficiente, y por tanto, es una excelente oportunidad para analizar y aprender.
Yo al menos me lo tomo así. Aunque últimamente, con la lista de libros recomendados que tengo pendiente, creo que no caeré en un libro malo durante una larga temporada.
Quizá deberíamos comenzar a recomendar libros malos. 😀
Gracias por pasarte a dejar comentarios, Álvaro 🙂 Sí, quizás deberíamos, aunque si ya la lista de recomendados es larga…. jajajaja
A veces cuesta diferenciar entre una novela mala, o que simplemente no te guste; a menos que uno tenga buenas dotes como analista literario en cuestiones de forma, redacción, traducción, etc.
Lo cierto es que ya no busco lecturas que me huelan a decepción antes de empezar a leerlas. Aunque, eso sí, me he topado con algunas por desconocimiento, o porque alguien me la aconsejó no sabiendo de mis gustos.
Me pasó con 100 años de Soledad. No me podía creer que una obra tan laureada escrita por una eminencia literaria pudiera causarme tal disgusto tras leerla. Fue tanta mi extrañeza que decidí leer alguna obra más del autor y, sorpresa, no me causó la misma sensación negativa (El coronel no tiene quien le escriba). Con los años y el transcurso de lecturas, me di cuenta de lo que ocurría: el realismo mágico no es compatible con mis preferencias (de hecho, es la oposición a mis preferencias). Es como si te gustara el gazpacho y el chorizo, pero jamás mezclarlos en el mismo plato.
Cuando era más joven (creo serlo aún) seguía tu consejo de enfrentarse a lecturas que podrían decepcionarme, como me ocurrió también con Hemingway, o con Pérez-Reverte. Lo cierto es que, a día de hoy, he dejado esa costumbre. Leer en el presente es para mí una evasión de las responsabilidades propias de un adulto, y ya no me apetece enfrentarme a mis demonios cuando llevas todo el día luchando en el mundo REAL. Con todo ello, no considero un mal consejo el que estás dando, y te agradezco que lo reflejes en un post. Como bien dices, de todo se puede sacar una conclusión positiva, aunque sea conocerse a sí mismo.
Un placer leerte, tocayo. Hasta la próxima.
Muchas gracias por pasarte y dejar comentario 🙂
Estoy también de acuerdo contigo. Yo no voy a seleccionar obras malas a propósito, pero si me lo encuentro la aprovecho.
Claro, si no entras en un género es complicado. A mí me pasa con las novelas que solo son románticas, que no entro del todo. Una pena lo de García Márquez porque el realismo mágico es uno de mis géneros preferidos. Supongo que entonces tampoco te gustará mucho Cortázar jejeje
Es cierto que cuando un libro no es bueno, deja mal sabor…al final terminas de leerlo, pero no te convencen, sientes que falta algo, pero es verdad que de todo se aprende. Pero no hay como leer un buen libro y disfrutar de él.
Hola, MªÁngeles. Muchas gracias por pasarte y dejar un comentario 🙂
Estoy de acuerdo con lo que dices pero me hubiera gustado que dieras el título del libro.
Gracias por comentar, Edgar. Se dice el pecado, pero no el pecador 😉
Yo creo que un libro, guion o texto puede ser de los mas atractivo a lo más nefasto porque creo que en el modo de escribir y expresar los sentimientos de una buena manera puede impactar mucho en las emociones del lector y de ahí, poder recomendarlo o no a alguien más
Muchas gracias por el comentario, Libreando. Al final todos tratamos de transmitir emociones y eso siempre es algo subjetivo 🙂
Estoy pasando por algo similar, me encuentro leyendo (voy a ser los suficientemente cruel para dar nombre y apellido) la bastante popular saga de The Witcher (Netflix prepara una serie sobre ella y quería documentarme) voy por la mitad del segundo libro y de verdad me enferma, el autor es tan facilón en las aventuras que plantea, los desenlaces son tan predecibles y de cuando en cuando sale con un «pero? es que no es obvio» y el personaje de turno empieza explicar lo «obvio» con lujo de detalles para que el lector tarado (o sea yo) entendamos algo que es obvio sólo para él. Terrible, no sé si en algo influyó el haber leído justo antes de empezar estos libros infantiles, la maravillosa obra de Dostoyevski, Los Hermanos Karamazov… o que tal vez ya estoy un poco mayor, pero qué decepción estoy deseando ya acabar este libro light y ponerme a leer a estas alturas de la vida Don Quijote de la Mancha para quitarme tan mal sabor. Perdón si ofendo a algún fan de estos libros, como bien dijo alguien más en un comentario cada persona tiene sus gustos. Saludos
Gracias por pasarte y comentar, Serenityme. Como bien dices, sobre gustos no hay nada escrito, estás en tu derecho de que no te guste la saga 🙂
Párate a reflexionar sobre tus lecturas de los últimos años. Por cada obra maestra, habrás leído al menos dos o tres libros simplemente aceptables, alguno flojo pero resultón y se te habrán atravesado varios auténticos bodrios
En términos no existen los libros malos solo si el lector le fascina lo que esta leyendo. De preferencia el lector elige entre autor, tema u otras características principales de un libro poco ortodoxo.
Muchas gracias por comentar. Si hablamos de elementos objetivos, existen los libros mal escritos. Por supuesto la temática, género, etc. no es ni mala ni buena, es subjetiva 🙂
Interesante tú post, yo me pregunté lo mismo casualmente…
Pq hay libros tan malos últimamente?!!
Si hacemos una comparación con «clásicos de literatura» los libros de hoy día dejan mucho que desear. Cuesta saber o encontrar un libro de tiempos atras que fuera malo…Habrá…???? Sin embargo ahora la tendencia estan sacándose libros como si fueran películas galardonadas y eso no es un libro… Me interesaría leer una novela de suspenso terror…sin tener q recurrir a los clásicos, sin embargo… Los clásicos son clásicos????????
Yo digo q para escribir un buen libro deberás leer otro bueno. No hay de otra. Si buscas uno malo qué vas a escribir??? Solo para compararte mejor que el autor de dicha obra…Es igual de fracaso…
Un libro no debe perder esa esencia… «lírico, literario…» obra
Salu2 dsd Costa Rica ????
Hola, José Pablo. Tienes razón, por supuesto, pero también tienes que tener en cuenta que los clásicos nos han llegado hoy en día precisamente por ser clásicos, pero que también se publicaban libros malos en esa época, solo que no han sobrevivido. Hoy en día pasará lo mismo, espero, con los libros malos 🙂
Gracias Alejandro por responder, si debes tener razón, debieron haber malos libros por igual, no significa q para nuchos las obras clásicas sean las mejores al cien % …y q a mucha gente joven les agrade. A mi por ej.no me gusta el Quijote y no por eso desacredito que es una increíble novela ????????
Gracias te respondo hoy en el día del libro por cierto ????????❤ ahi lei buenas criticas de tú obra tb. Que bueno ????Éxitos siempre????
Gracias, José Pablo. Un abrazo 🙂
Hola Alejandro,
Qué tal si haces un post sobre libros de autoayuda? Creo que transmiten bastantes buenos consejos, pero si evalúas su calidad literaria, realmente son penosos.
La verdad es que no he leído ninguno, pero si me acabo poniendo con ello y veo su calidad, no lo dudes:) Gracias por comentar