En realidad este artículo debería haberse llamado “Lee poesía” y punto. No se necesita de ninguna razón especial para hacerlo y en ningún caso puede resultar perjudicial la lectura de poesía. Hazme caso, leer poesía te hará más feliz.

Si a pesar de eso necesitas más razones para acercarte a la poesía, voy a darte unas cuantas más concretas que te ayudarán en el desarrollo de tu actividad como escritor o escritora.

  • Como ya os he dicho muchas veces, cualquier tipo de expresión artística puede ayudaros con la escritura aunque no esté directamente relacionada con ella. Desde ver una película, ir a una exposición o, como en el caso del artículo, leer poesía. Acercarse a otra expresión artística hará que nuestro cerebro busque conexiones que no está acostumbrado a usar y, por lo tanto, que se empiece a salir un poco de la caja. Fomentarás el pensamiento lateral y tendrás la mente más abierta a la creatividad y a las nuevas ideas. Es decir, que nos sacará de lo cotidiano, del pensamiento racional, y nos introducirá en el pensamiento poético, en el pensamiento verdaderamente literario.
  • La poesía puede ser, como decía Ray Bradbury, una fuente de inspiración. Yo he escrito un par de relatos que partieron de una imagen encontrada en algún verso. La poesía es rica en imágenes y en sensaciones. Dejarse llevar por esas sensaciones es una buena manera de encontrar historias, personajes e ideas.
  • Hay poetas y estilos poéticos para todos los gustos. Estoy convencido de que, estés escribiendo lo que estés escribiendo, puedes encontrar un poemario que se adecúe a la historia o al momento de la escritura y que te ayude. Un poemario adecuado puede ayudarte a introducirte en la historia de la misma manera que lo haría un viaje, un libro que trate el mismo tema que tu historia o una película.
  • La poesía puede ser una buena manera de evadirte cuando te encuentres bloqueado o cuando no consigas sacar adelante alguna escena o alguna parte de la novela. Además, por su brevedad, los poemas son perfectos para hacer que la mente se relaje y piense en otra cosa, lo cual es ideal para volver a concentrarte en tu trabajo en el momento en el que el escollo se haya superado. Los días que el tiempo no acompaña para darse un paseo fuera de casa y despejar la mente, un par de poemas puede ayudarnos a que surta el mismo efecto.
  • También te servirá para ampliar tu uso de las figuras retóricas. La poesía concentra en poco espacio un gran número de figuras retóricas. Si te detienes después de cada poema intentando descifrar plenamente su significado y sus imágenes, harás que tu cerebro se entrene no solo para desentrañar las figuras cuando se las encuentre, sino a usarlas de una forma más natural y sencilla, pues estará mucho más familiarizado con ellas de lo que puede estarlo el cerebro de un lector que solo consume narrativa.
  • La poesía también te puede enseñar a no ser excesivamente literal en tus textos, a dejar que sea el lector el que se sumerja dentro de tu historia y extraiga el significado de tus palabras. Es verdad que no siempre te ayudará a ser concreto, pero al menos te evitará el ser explicativo, que es el otro gran mal de los escritores principiantes.
  • La poesía actúa como un Binomio fantástico, pero escrito por otros. Aunando varios de los beneficios que hemos visto aquí arriba y sumando, además, los del propio ejercicio de escritura.
  • La poesía puede colocarte en el lugar emocional correcto desde el que escribir la historia que quieres escribir. Como cualquier arte, una de las finalidades de la poesía es conmover al lector. Es decir, que literalmente traslada emociones y sentimientos al lector. Si el lector es, además, escritor de narrativa, puede usar esos sentimientos para escribir desde esa emoción. No siempre resulta sencillo encontrar un poemario en el que todos los poemas (o su mayoría) hablen de un mismo sentimiento, pero se pueden encontrar. Leer poesía asiduamente, no solo cuando la necesites, te ayudará a seleccionar el poeta y la poesía adecuados para cada momento y para cada proyecto.
  • Por su brevedad y fragmentación, la poesía te permite alternar diferentes libros y no exige una continuidad de lectura como lo hace la narrativa. Podemos leer un día un par de poemas de un libro, al día siguiente otros de otro libro, y no regresar al primero hasta que no lo consideremos necesario. En ese aspecto, además de los beneficios que ya hemos visto, la poesía no es nada exigente y muy agradecida.

Como hemos visto, la poesía tiene muchas funciones prácticas que no son para nada desdeñables para un escritor. Yo os recomiendo introducir la lectura de la poesía en vuestra rutina como escritores y veréis cómo, con el tiempo, notáis los beneficios. Yo para cada proyecto selecciono, al igual que hago con, por ejemplo, la música que escucho durante la escritura, la poesía y las lecturas que voy a alternar con la realización del proyecto.

De todos modos, no quiero marcharme sin repetir lo que he comentado al comienzo del texto. Es verdad que la poesía tiene muchos beneficios para los escritores, pero mi recomendación es que os acerquéis a ella incluso si no pensáis escribir nada, solo por el gozo de leer poesía. Y acercaos sin pretensiones y sin prejuicios.  Reconozco que a mí al comienzo me daba algo de apuro, puesto que temía que no fuera a entender ni una palabra. La poesía era algo hermético y místico que solo unos pocos podían desentrañar. Nada más lejos de la verdad. Eso sí, si sois primerizos y solo os habéis acercado a la poesía en las clases de Lengua del instituto, os recomiendo empezar poco a poco por poetas más accesibles y más cercanos a vosotros. Pero en ningún momento os aconsejo no acercaros a la poesía. No tenéis nada que perder y sí mucho que ganar.